sábado, 26 de enero de 2008

Coronel colombiano que huyó a Venezuela con secretos militares está en circular roja de Interpol

Fuente: revista Cambio

EL TENIENTE CORONEL Carlos Alberto García Sierra, ex director de la Escuela de Comunicaciones del Ejército, es el único oficial de las Fuerzas Militares colombianas buscado en el mundo entero por la Policía Internacional, Interpol, mediante circular roja, reservada a delincuentes de alta peligrosidad. Desde 2004, a raíz de la pérdida de millonarios recursos reservados para la capacitación de operadores de sistemas y comunicaciones mediante un convenio con el Sena, García tiene orden de captura por los delitos de peculado, uso de documentos falsos y celebración ilegal de contratos.

Sin embargo, su caso está lejos de ser un asunto judicial de rutina y el rótulo de "Secreto" que durante los últimos cuatro años marcó su expediente, se rompió a raíz de la creciente tensión con el Gobierno venezolano. Según servicios de inteligencia, el oficial desapareció llevándose consigo documentos e información clave para la seguridad del Estado y las autoridades tienen información creíble según la cual García no sólo logró protección en Venezuela, sino que ahora trabaja como una especie de asesor de la Fuerza Armada de ese país por decisión del Gobierno de Hugo Chávez.

La información está respaldada por el testimonio de la abogada Martha Adriana Chacón, novia de un hermano del militar, quien declaró ante el juzgado 31 de Instrucción Penal Militar, que García cruzó la frontera en marzo de 2004 con su ayuda y el apoyo de dirigentes colombianos de oposición que lo pusieron en contacto con los servicios de inteligencia de Venezuela. "Forzada por circunstancias personales, yo misma ayudé a sacarlo y después de que guiada por mi conciencia denuncié lo que había ocurrido, tuve que esconderme en un sector deprimido de Pereira, porque sabía que me iban a matar", declaró la abogada ante la justicia castrense.

CAMBIO conoció además el testimonio de Lida Alexandra Quintero Cuevas, una joven ingeniera de sistemas que trabajaba para la Central de Inteligencia Técnica que dirigía el coronel García antes de asumir su cargo en la Escuela de Comunicaciones. Según Quintero, el oficial recabó sistemáticamente información clasificada y poco antes de su traslado le ordenó copiar las carpetas de los computadores y luego borrar las.

Una auditoría técnica hecha por orden judicial, sirvió para determinar que entre la información que García robó y llevó a Venezuela, están las fotografías y los archivos de voz digitalizados de los principales jefes de las Farc y el Eln, la ubicación de las unidades tácticas y operativas del Ejército colombiano y los planos de las instalaciones de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército.

Más inquietante aún resultó la verificación que García también copió el sistema de inteligencia de alta movilidad e información relacionada con las operaciones de dos aviones plataforma que dependen de esa central, lo mismo que una copia completa del sistema completo de radiovolumetría, un complejo de 12 estaciones fijas usadas para la captación de emisiones radiales en Arauca, Guajira, Cauca, Córdoba, Santander, Tolima, Cundinamarca, Vichada y Guaviare. Para completar, el oficial tiene en su poder documentos sobre el funcionamiento de equipos tácticos de inteligencia, protocolos de claves de comunicación de equipos de seguridad de voz, coordenadas de las instalaciones fijas de comunicaciones, ubicación de repetidoras y localización de puestos de comunicaciones, como también mapas detallados de la red integrada y de microondas de las Fuerzas Militares. "Conocer los protocolos de comunicaciones permite oír libremente cualquiera de las conversaciones militares -le dijo a CAMBIO un experto-. Venezuela usa los mismo equipos y en consecuencia sus redes son compatibles con las nuestras".

Oficiales que conocieron bien a García, incluidos algunos compañeros de curso, le contaron a CAMBIO que en los últimos meses en la Central, García no pudo ocultar el resentimiento por los pobres resultados de las denuncias que había hecho en 2003 sobre posible corrupción en contratos por cerca de 15 millones de dólares para la compra de equipos de comunicaciones militares. Según esas fuentes, García asesoró al senador Gustavo Petro para un debate en el Congreso.

Entre las pruebas que el oficial le entregó a Petro figura una conversación en la que una persona le ofrece 700 millones de pesos al coronel Hugo Alberto Chacón Donoso -antecesor de García en la dirección de la Escuela de Comunicaciones del Ejército- a cambio de la adjudicación de un contrato. Pocos días después del debate, el coronel Chacón Donoso y otro coronel identificado como Álvaro Viveros Castellanos, implicado en las mismas denuncias, pidieron la baja del servicio activo pero aseguraron que la petición no tenía que ver con las denuncias.

En 2004, cuando la Justicia penal empezó a investigar a García en relación con el manejo de los recursos para la ejecución del convenio con el Sena, el oficial les aseguró a superiores y subalternos que el proceso en su contra era una revancha por sus denuncias. "El alto mando decidió castigar mi lealtad y quemarme como a un fusible", aseguró entonces.
Cuando su captura era inminente, el oficial huyó y optó por buscar refugio en Venezuela. De ahí la especial connotación que tiene el caso para la seguridad del Estado.
HABLA PETRO
Interrogado por CAMBIO sobre el caso del coronel Carlos Alberto García -prófugo de la Justicia- sobre quien pesan denuncias por robo de información clave para la seguridad nacional, el senador del Polo Democrático, Gustavo Pedro, respondió:
- "El coronel García es un hombre honesto que cometió el error de apoyarse en la oposición para denunciar corrupción en un contrato para la compra de equipos de comunicaciones para las Fuerzas Militares".
- "La investigación que le abrieron en ese momento y la orden de captura que hay en su contra son consecuencia de una venganza contra el oficial".
- "No creo que haya robado información de seguridad nacional y si así fuera los que se enteraron y no lo denunciaron en su momento son cómplices o encubridores".
- "No es cierto lo que asegura la abogada Martha Adriana Chacón: García ni me dijo que pensaba irse para Venezuela, ni me pidió ayuda para hacerlo"

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